En 2004 se detectó por primera vez el avispón asiático en Europa y
hasta 2016 era obligatorio notificar su avistamiento y se
luchaba contra su propagación, destruyendo los nidos.
Pero, al igual que con el ácaro Varro, no se pudo evitar su propagación.
Su avistamiento era de declaración obligatoria y figura en la lista de especies indeseables
para la UE. Desde marzo de 2025, Alemania
no tiene la obligación de combatirlo y erradicarlo (art. 19 del Reglamento (UE) n.º 1143/2014).
Además, en Alemania no se pueden colocar trampas para combatir el avispón asiático,
ya que está prohibido por los artículos 39 y 44 de la Ley Federal de Protección de la Naturaleza (BNatSchG).
Al parecer, las trampas no son lo suficientemente selectivas como para distinguir entre el avispón europeo y el asiático y otros insectos.
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Descripción:
El avispón asiático se reconoce claramente por sus patas amarillas,
mientras que nuestro avispón autóctono tiene las patas oscuras.
Dado que en el futuro tendremos que convivir con el avispón asiático,
mi objetivo es conseguir que las abejas
se defiendan por sí mismas.
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Véase también aquí el vídeo de YouTube (en alemán) sobre el avispón asiático de @marc-der-Imker
Con mi método, las abejas guardianas que vigilan la entrada de la colmena se cargan con
energía adicional, lo que las hace más agresivas con los intrusos.
Mi potente bobina de energía, que ya ha demostrado su eficacia en la lucha contra la varroa,
se modifica y se dirige específicamente al agujero de vuelo.
De este modo, solo se refuerza esta zona y no afecta a toda la colonia.
Las abejas guardianas se vuelven más vigilantes y agresivas.
Se trata de un amplificador diseñado para el agujero de vuelo.
De este modo, se puede colocar en la colmena, con la dirección de la energía apuntando hacia el agujero de vuelo.
En las colmenas «normales», la barra se puede fijar en la parte inferior del suelo.
Sin embargo, hay que tener en cuenta que la distancia no debe ser superior a 5 cm del agujero de vuelo.
De este modo, cubre un área de 10 cm de ancho.