He realizado pruebas con la potente bobina quíntuple durante todo el año apícola.
La colonia Sabine* fue tratada con ella a principios de junio, cayeron aproximadamente 60 varroas y, en los días siguientes, la caída se mantuvo en ese nivel (a veces más, a veces menos).
Cuatro semanas más tarde, a principios de julio, se realizó un nuevo tratamiento y apenas cayeron varroas (aproximadamente 20).
Para estar seguro, realicé un tratamiento con azúcar glas, que demostró que prácticamente no quedaban ácaros en la colmena.
Una nueva aplicación de la bobina a finales de septiembre reveló que volvían a haber ácaros varroa en la colmena. Durante el tratamiento cayeron aproximadamente 35 ácaros.
*Le doy un nombre a la colonia de abejas para poder referirme a ella.
Colmena de prueba Kathi, colmena normal Liebig Zander, abierta por abajo, con un agujero redondo de 40 mm en el centro. Colmena Carnica, fuerza de la colonia 3.
La prueba se realizó el 2 de septiembre de 2025, sin que se hubiera realizado previamente ningún tratamiento contra la varroa.
Procedimiento del tratamiento con una bobina quíntuple en forma de barra
Prueba previa del 25 de septiembre al 1 de septiembre de 2025. Promedio diario de 5 ácaros.
Inicio del tratamiento el 2 de septiembre a las 18:00 h hasta el 3 de septiembre a las 18:00 h.
Después de 24 horas, había aproximadamente entre 90 y 100 ácaros en la tabla de control (véase más abajo).

Control tras 8 días (10/09/2025)
Se aprecia claramente que la cría ha eclosionado en el lado izquierdo.

Nuevo control tras 14 días (ciclo de cría tapado)
A la izquierda hay menos varroa, a la derecha parece que también ha eclosionado la cría.

Revisión tras 16 días, se aprecia una reducción significativa de Varroa.
Todavía queda algo, pero cinco días después solo quedaban restos de cera en la tabla de control.

No se realizó ningún tratamiento posterior después del 2 de septiembre, es evidente que la energía de la bobina también afecta a la cría, lo que se puede observar en los controles posteriores.
Al observar los ácaros, me di cuenta de que muchos de ellos eran muy claros y aún estaban vivos.
Es posible que estos puedan volver a trepar hasta las abejas. Sin embargo, esto solo ocurre en colmenas cerradas.
En este caso, un útil ayudante de las abejas, el escorpión de los libros, puede remediar la situación. Pero para ello es necesario proporcionarle un espacio viable.
Una buena solución son las colmenas de paja, los marcos con paja o cubrir el suelo con paja (también es un buen aislante térmico desde abajo).